Visita 3

CONVERSACIÓN CON LOS INDÍGENAS DIVINOS Y MENIUL

        Cuando estábamos caminando para visitar a Meniul, Vladimir de pronto señaló un tronco que el oleaje arrojó a la orilla y que se encontraba a unos veinte metros de nosotros.
        —Mira, allí están sentados Don Juan, Genaro y Juanito. Por lo visto, quieren decirnos algo. Vamos a verlos.
        Nos sentamos sobre el mismo tronco y nos sintonizamos con Ellos. Vladimir comenzó a transmitir Sus palabras dirigidas a mí.
        —¡Ahora tú sabes ciertamente que estamos vivos!
        »¡Perder el cuerpo no es una desgracia! ¡Una desgracia es no vivir dignamente todo aquello que nos toca vivir durante la vida en el cuerpo! Debemos vivirlo de tal manera que no tengamos luego que lamentar amargamente por los años llevados sin sentido.
        »Pero ahora queremos hablar de otra cosa.
        Vladimir dirigió su atención hacia mí.
        —Ellos quieren decirte algo personalmente, sin mi participación. ¡Así que, escucha! ¡Te voy a dejar a solas con Ellos!
        Él se levantó y se alejó.
        Al principio, me desconcentré un poco, pero luego tomé mi libreta y esfero. Escuchando y volviendo a preguntar,  pude finalmente anotar algo:
        —¡Siempre recurre a Nosotros en las situaciones críticas!
        »¡Memoriza Nuestros mandamientos para ti! Ellos son:
        »¡No desanimarse! ¡No entregarse a la melancolía! ¡No…! —Alguien de Ellos añadió otra palabra más en el mismo estilo y Todos se echaron a reír. Entendí que era Genaro y que Él dijo algo gracioso, pero no pude comprender qué exactamente. Con todo, me eché a reír también. ¿Será «por respeto»?
        —¡Es necesario siempre tener la esperanza de que todo resulte muy bien! —continuaron Ellos habiendo dejado de reír y tranquilizándose—. ¡Vive la vida de los otros, es decir, para los demás! ¡Ama a las personas como Nosotros les amamos!
        »¡Y entonces te deleitarás con el vuelo extático en Nuestro mundo, con Nosotros y en Nosotros!
        »¡Sin embargo, debes recordar siempre que el gavilán ve a lo lejos con precisión, es alerta y está constantemente orientado hacia su objetivo!
        »¡Que el rayo de tu atención esté siempre dirigido directamente al corazón espiritual de cada persona que Nosotros te enviemos! ¡Pues, allí —en las Profundidades— está el Océano de Mi Amor, Océano Que debes apreciar en cada uno que se te acerque y que esté dispuesto a escuchar tus palabras!
        »¡Esto tiene importancia en cada etapa de tu desarrollo, en cada etapa de tu vida con Nosotros y en Nosotros!
        »¡Y a las mejores personas ámales aún más fuertemente!
        »¡Deléitate tú misma con la vida en Nosotros, uniéndote con Nosotros!
        »Amén.
        Se me acercó Vladimir, se sentó cerca y continuó hablando ya de su parte:
        —¿Qué debemos hacer con el fin de llegar a ser como Ellos? ¡Este tema es la base para construir la estrategia de la propia vida!
        »Además, podemos denominar este tema así: ¡llevar la vida del guerrero espiritual!
        »Y la conclusión general de lo que acabamos de hablar es la siguiente: ¡la muerte no es importante, lo importante es cómo has vivido la vida!
 
* * *
        ¡Me sentía ligera y saltaba de alegría!
        ¡El sol calentaba suavemente todo, soplaba un viento ligero y mi estado de ánimo mejoraba con cada minuto!
        ¡Me quedé en una camiseta sin mangas y, habiendo arremangado al máximo los pantalones, paseaba alegremente por el sitio de poder de Meniul, sintonizándome y uniéndome con Él en el Amor!
        ¡Meniul también estaba muy alegre por mí!
        Pero también sugirió no olvidar sobre el trabajo meditativo. Yo debería repasar la meditación con el plano vertical detrás del cuerpo y también abrir otra vez desde atrás el meridiano central hasta su parte occipital para igualar todas las energías en la parte posterior de la cabeza, ya que allí todavía tenía unos oscurecimientos.
        Vladimir en aquel momento estudiaba el horario de los trenes eléctricos y luego propuso que nos fuéramos hacia la estación después de media hora aproximadamente.
        No obstante, cuando después de media hora me acerqué a él, él descubrió inesperadamente que se había equivocado en el horario y que si saliéramos ahora, llegaríamos tarde. Y para el siguiente tren, nos quedaba una hora y media.
        Vladimir explicó que fue Meniul Quien había influido sobre él de esta manera, ya que quería pasar más tiempo conmigo.
        ¡Me eché a reír de todo corazón! ¡Dios Todopoderoso!


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