Visita 3

ELEVACIÓN DE LA KUNDALINI

        Cruzamos un puente de madera y llegamos a un parque extenso y muy bello. Vladimir llamó mi atención sobre el cambio notable de la energía del espacio.
        —Observamos —dijo él— cómo, a medida que caminamos, desde las profundidades empieza a subir un bulto de forma fálica que sale de la kundalini. Se llama shivalingam. Éste alcanza el muladhara y entra gradualmente en el cuerpo.
        »La tarea es permitirle entrar en el cuerpo, llenarlo completamente hasta la cabeza, salir más arriba y luego fijarse allí. Shivalingam sirve para unir firmemente el depósito entero de la kundalini con el cuerpo.
        »Más adelante, en este mismo parque, se encuentra el sitio de poder en el cual sucede la elevación real de la kundalini y su entrada en el cuerpo. Allí podemos realmente ver esta energía llenando el cuerpo.
        Yo vi todo tal como lo describía Vladimir y me quedó solamente observar lo que iba a suceder.
        —Luego vamos a visitar una zona de trabajo muy interesante de Eagle en la cual podremos continuar este trabajo —seguía hablando Vladimir—. ¡Todos los Grandes Maestros Divinos pasaron en algún momento a través de esto, ya que es necesario para poder cumplir las siguientes etapas del desarrollo!
        »Presta atención al hecho de que existen técnicas de perfeccionamiento espiritual las cuales podemos calificar de informativas. Éstas es necesario comprenderlas una sola vez y es suficiente. Pero también existen las técnicas que debemos repetir muchas veces, ya que a través de esto, la conciencia crece de una u otra forma.
        »En el futuro, seguiremos trabajando con la kundalini mucho más, puesto que esto nos podrá dar nuevas posibilidades para el crecimiento de la conciencia.
        »A propósito, cuando el shivalingam se fija sobre la cabeza, allí aparece una formación energética parecida a las cuernas de un ciervo.
        No pude ver claramente estas «cuernas de ciervo», ya que al comienzo su forma cambiaba según el vuelo de mi fantasía. Para orientarme mejor, tuve que preguntar sobre su tamaño y longitud. Resultó que eran dos «cuernas» de medio metro aproximadamente, en cada lado de cabeza. No me quedó otra cosa que satisfacerme con esta información por ahora.
        —Aquí otra vez tiene lugar la elevación de la energía al cuerpo desde abajo, pero ya no es el shivalingam, sino la kundalini misma. Aquí está entrando en el cuerpo.
        Desde el espacio parecido a las inmensidades cósmicas, subía a mi cuerpo desde abajo una columna de Luz blanca, tierna e intensa. La parte baja de esta columna se veía muy lejos en las profundidades, pero su fin no era posible ver. Después de acercarse al muladhara, la Luz de la kundalini entró lenta y suavemente en mi cuerpo pasando por el «camino» abierto por el shivalingam.
        —Esto es la elevación de la kundalini, el comienzo de este proceso. Ahora la kundalini está unida con el cuerpo. El shivalingam abrió el camino y se convirtió en un eslabón de enlace.
        »Mira, ya puedes ver la kundalini sobre tu cabeza.
        Examiné. Sí, de hecho, la Luz, habiendo atravesado mi cabeza, seguía brotando hacia arriba. Las sensaciones eran nuevas y extraordinarias y yo observaba su desenvolvimiento con curiosidad.
        Vladimir continuó:
        —La kundalini es la reserva de todo lo mejor que haya sido acumulado por cada uno de nosotros a lo largo de todas nuestras encarnaciones. Pero debemos entender que no todos tienen la kundalini, sino solamente aquellas almas que tuvieron un pasado positivo, es decir, que crecieron refinándose.
        »¡Esto es el verdadero trabajo con la kundalini o, mas exactamente, su comienzo! Todo el resto te espera por delante. ¡O sea, tendrás que desarchivar la kundalini completamente y tu kundalini es muuuy grande! —dijo Vladimir después de examinar la extensión de mi kundalini—. ¡Y luego deberás repetir todo lo mismo desde cada uno de los cuatro segmentos!
        ¡Me agarré la cabeza! ¡Qué gran trabajo me espera!
        Además, resultó que ni siquiera Vladimir mismo había desarchivado su kundalini desde todos los segmentos hasta ahora.
        Pero este trabajo era muy agradable. Cuando regresamos a la casa, Vladimir me propuso que me acostara boca arriba sobre la cama y relajara al máximo mi cuerpo. Después yo debía pasar mi brazo de la conciencia a través del muladhara, introducirlo en el depósito de la kundalini y «removerla» suavemente. Debido a estos movimientos, la kundalini enseguida comenzó a moverse y a elevarse.
        Permanecí acostada ocupándome de esta tarea por más de una hora, pero el fin no se veía. Durante este proceso, yo debía dirigir los flujos de la kundalini a través de los meridianos principales del cuerpo y a través de otras estructuras.
        Vladimir, de tiempo en tiempo, entraba en el cuarto y comentaba mi progreso. Mis «cuernas» crecieron muy rápido y se hicieron bastante grandes. Y mi cuerpo se llenó de una Luz extraordinariamente tierna y fluida, pero al mismo tiempo de gran poder.
        ¿Con qué podría yo comparar estas sensaciones? ¿Qué palabras inventar para designar esta nueva forma de Éxtasis que me llenaba?
        Era como los abrazos y las caricias de una persona amada que te daba ternura no sólo en la superficie del cuerpo, sino también en el interior, por decirlo así.
        ¡Y durante este proceso, yo no experimentaba el Éxtasis sólo en la conciencia, sino que también en mi cuerpo había un auténtico deleite «paradisíaco»!
        En este estado me dormí profundamente.

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